Chichos

Los chichos (lomos de cerdo cortados en trozos pequeños) se sazonan con dientes de ajo, sal, rodajas de naranja, laurel, pimientos dulces y picantes, vino y pirípiri. Este condimento se llama "surça".

Sustento durante gran parte del año, el cerdo era la principal fuente de proteína de la gente de la meseta de Miranda, por lo tanto, se utilizaba en su totalidad. Se criaban en la pocilga y en enero o febrero, cuando estaban en el momento adecuado, la matanza se llevaba a cabo como si se trataba de un evento familiar o de vecinos cercanos.

Al día siguiente de la matanza, con navajas y hachas muy afiladas, comenzaba el desmontaje de las carnes. La confección de todas las piezas se realizaba en la cocina junto a la chimenea.

La carne permanecía en un condimento durante unos tres o cuatro días, se revolviendo preferentemente por la mañana y por la noche para ganar sabor. Durante este período, se probaba la carne para asentar la cantidad de sal.

Mientras la fogata estaba encendida, para calentar los cuerpos congelados de los duros inviernos y con brasas para asar los “chichos”, era el momento era ideal para degustar de este manjar.